En la Ciudad de México cada vez usamos más aparatos eléctricos. Pantallas, teléfonos, computadoras, bocinas, luminarias y cargadores forman parte de la vida diaria, pero también representan un reto cuando dejan de funcionar. Con frecuencia terminan almacenados, mezclados con basura común o abandonados en la calle, sin considerar que contienen materiales que requieren manejo especial.
Para atender esta situación, se creó la NADF-019-AMBT-2018, también conocida como nadf 019 ambt 2018 o simplemente nadf 019. Esta norma explica cómo deben tratarse los residuos electrónicos desde el momento en que ya no sirven. Su objetivo es evitar daños al ambiente, recuperar materiales valiosos y dar a ciudadanos y empresas rutas claras para desechar aparatos de forma segura.
Qué establece la NADF-019-AMBT-2018
La norma define reglas para separar, almacenar, trasladar, recolectar y reciclar aparatos eléctricos y electrónicos que ya cumplieron su ciclo de vida. No es exclusiva para empresas; cualquier persona con un dispositivo en desuso puede aplicarla.
La intención de la nadf 019 ambt 2018 es impedir que estos residuos terminen mezclados con basura doméstica o en lugares donde puedan contaminar. También busca que materiales recuperables como metales, cables o plásticos lleguen a recicladores autorizados capaces de tratarlos adecuadamente.
A quién aplica la nadf 019
La NADF-019-AMBT-2018 abarca a todos los actores relacionados con estos aparatos:
- Hogares, que suelen acumular dispositivos dañados.
- Oficinas y comercios, que renuevan equipos con frecuencia.
- Empresas e industrias, que generan mayores volúmenes.
- Centros de acopio y recicladores, encargados del proceso final.
- Recolectores y transportistas, responsables del traslado seguro.
- Productores y distribuidores, quienes deben facilitar puntos de retorno.
La norma establece un modelo donde cada parte cumple un papel específico para evitar contaminación y pérdida de materiales útiles.
Aparatos regulados por la nadf 019 ambt 2018
La normativa incluye una amplia variedad de dispositivos eléctricos y electrónicos, entre ellos:
- Computadoras, pantallas y monitores
- Teléfonos celulares
- Bocinas y sistemas de audio
- Lámparas y luminarias
- Electrodomésticos grandes y compactos
- Equipos con refrigeración integrada
- Herramientas eléctricas
- Dispositivos de telecomunicación
Si funciona con corriente o batería recargable y ya no sirve, seguramente forma parte de esta lista.
Qué debe hacer un ciudadano con aparatos en desuso
La NADF-019-AMBT-2018 busca que cualquier persona pueda manejar estos residuos sin complicaciones. Indica lo siguiente:
- Separar los aparatos y clasificarlos.
- No desarmarlos, ya que requieren tratamiento especializado.
- Guardarlos en un lugar seco.
- Llevarlos a jornadas de acopio o puntos autorizados por alcaldías y SEDEMA.
- Entregarlos únicamente a prestadores autorizados, quienes deben emitir una constancia.
Estos pasos aseguran un tratamiento responsable y reducen riesgos.
Requisitos para empresas y generadores mayores
Para oficinas, comercios o industrias que generan residuos electrónicos con regularidad, la nadf 019 establece obligaciones específicas:
- Implementar un Plan de Manejo autorizado.
- Registrar los residuos generados.
- Contar con constancias de entrega-recepción.
- Reportar movimientos a la autoridad ambiental.
- Evitar cualquier desensamble en lugares no autorizados.
Esto permite rastrear cada aparato y evitar que termine en tiraderos clandestinos.
Recolección y transporte regulado
Los prestadores autorizados para recolectar y trasladar residuos electrónicos deben:
- Contar con registro vigente.
- Proteger la carga durante el traslado.
- Acomodar y sujetar los aparatos correctamente.
- Impedir accesos no autorizados.
- Emitir constancias oficiales al generador.
Con ello se garantiza trazabilidad, seguridad y un proceso sin omisiones.
Centros de acopio en la NADF-019-AMBT-2018
Los centros encargados de recibir estos aparatos deben cumplir con:
- Pisos firmes e impermeables.
- Áreas protegidas contra intemperie.
- Bitácoras con ingresos y salidas.
- Separación por categorías.
- Entrega exclusiva a recicladores autorizados.
De esta manera funcionan como enlace seguro entre generadores y plantas de reciclaje.
Recicladores en la NADF-019-AMBT-2018
Los recicladores autorizados pueden realizar:
- Desensamble total o parcial
- Tratamiento especializado
- Recuperación de metales y componentes
- Procesos térmicos o químicos regulados
También deben documentar cada ingreso y salida para asegurar una cadena confiable de trazabilidad.
Responsabilidad de productores y distribuidores
La nadf 019 ambt 2018 establece que quienes fabrican o comercializan aparatos eléctricos deben:
- Elaborar Planes de Manejo.
- Aceptar aparatos usados sin costo.
- Instalar puntos de retorno.
- Colaborar solo con prestadores autorizados.
- Reportar resultados a la autoridad.
Esto fortalece la economía circular y evita que los aparatos terminen abandonados.
Opciones para que el público participe sin complicaciones
La NADF-019-AMBT-2018 contempla que alcaldías y SEDEMA ofrezcan:
- Jornadas de acopio
- Programas permanentes de recepción
- Puntos móviles o temporales
Estas alternativas permiten desechar aparatos sin costo y sin procesos complejos.
Un marco que aclara dudas y facilita decisiones
Más que un documento técnico, la nadf 019 funciona como guía para quienes desean desechar aparatos de forma segura. Ayuda a responder preguntas comunes: ¿Qué hago con un televisor viejo?, ¿Dónde dejo mi computadora dañada?, ¿Qué pasa después de entregarla?
Para quienes desean profundizar, hay recursos complementarios como este análisis sobre reciclaje de audífonos, que explica cómo se procesan sus componentes, o esta guía sobre qué es la basura electrónica, útil para entender sus riesgos y la importancia de gestionarla adecuadamente.
Hacia un manejo responsable en la ciudad
La gestión de residuos electrónicos es un trabajo compartido. Ciudadanía, empresas, distribuidores, recolectores y recicladores participan en cada etapa. La NADF-019-AMBT-2018, también llamada nadf 019 ambt 2018, ofrece una estructura clara que facilita ese proceso, reduce impactos ambientales y permite que los aparatos que alguna vez usamos tengan un destino responsable.
Aplicar lo que establece esta norma contribuye a una ciudad más ordenada y evita que los aparatos que usamos hoy se transformen en un riesgo ambiental en el futuro.
