En la Ciudad de México convivimos con millones de productos que usamos apenas unos minutos, pero que permanecen en el ambiente durante años. Esa contradicción llevó a crear la NACDMX-010-AMBT-2019, una norma que no pretende cambiarlo todo de un día para otro, pero sí establecer reglas claras para las bolsas y productos plásticos que circulan en la ciudad. Su objetivo es práctico: definir qué materiales pueden emplearse, cómo deben fabricarse y qué destino deben tener una vez que cumplen su función.
Qué regula realmente la NACDMX-010-AMBT-2019
Esta norma fija las especificaciones que deben cumplir cuatro tipos de productos:
- Bolsas compostables
- Bolsas reutilizables
- Bolsas para residuos sanitarios e inorgánicos
- Productos plásticos de un solo uso compostables
Aunque su nombre es largo, la idea central es sencilla: asegurar que los plásticos permitidos en la ciudad puedan reincorporarse a procesos de compostaje o reciclaje y, con ello, reducir la presión sobre los sitios de disposición final.

La norma toma como referencia la NMX-E-273-NYCE-2019, una regulación nacional que define cómo debe comportarse un plástico para considerarse compostable. Sin embargo, la norma ambiental de CDMX añade requisitos más estrictos, principalmente en límites de metales pesados y en el manejo posterior de los residuos.
Por qué fue necesaria la NACDMX-010-AMBT-2019
El uso masivo de plásticos en el país de corta vida útil, creó un problema que se hizo evidente con el tiempo: demasiados residuos, poca recuperación y un impacto directo en la infraestructura de limpieza. Las tasas de reciclaje no crecían y los tiraderos seguían recibiendo toneladas de materiales sin valor. Frente a esta realidad, la NACDMX-010-AMBT-2019 se convirtió en un instrumento para ordenar el mercado y evitar que productos con desempeño ambiental dudoso siguieran circulando.

La norma no solo atiende la producción; analiza el ciclo completo del material y exige que cada etapa, desde la fabricación hasta la disposición, respete criterios verificables.
A quién aplica esta norma ambiental
Su cumplimiento es obligatorio para quienes fabrican, importan, distribuyen o entregan bolsas y productos plásticos incluidos en su alcance. Esto abarca:
- Comercios de cualquier tamaño
- Cadenas de autoservicio
- Proveedores y mayoristas
- Empresas de embalaje
- Importadores
- Negocios que entregan bolsas a sus clientes, incluso de forma gratuita

En resumen: si un establecimiento proporciona una bolsa o un producto sujeto a esta norma, debe asegurarse de que cumple con las especificaciones técnicas.
Bolsas compostables: requisitos y uso correcto
De acuerdo con la NACDMX-010-AMBT-2019, una bolsa compostable debe cumplir parámetros precisos de espesor, resistencia y biodegradación. También debe ser verde o incluir la leyenda “compostable” en un lugar visible. Su función exclusiva es contener residuos orgánicos, de modo que puedan enviarse a plantas de compostaje sin contaminar otros flujos.
La referencia a la NMX-E-273-NYCE-2019 aparece aquí, ya que establece cómo probar la biodegradación y la desintegración del plástico. CDMX adopta esos criterios, pero exige un control más estricto para asegurar que el material final sea apto para integrarse al ciclo orgánico.

Bolsas reutilizables: lo que deben cumplir
Otro componente importante de la norma es la regulación de las bolsas reutilizables para transportar mercancías. Se permiten materiales como tela, polipropileno, yute o combinaciones de plástico y fibras.
Cuando una bolsa está hecha totalmente de plástico, debe cumplir dos condiciones:
- Incluir al menos 50% de material reciclado posconsumo
- Ser 100% reciclable

Además, necesita pasar pruebas de resistencia, espesor y desempeño, evitando que se convierta en un residuo tempranamente.
Bolsas sanitarias e inorgánicas: colores y funciones específicas
La norma también establece reglas para las bolsas destinadas al manejo de residuos sanitarios e inorgánicos. Para evitar confusiones en la separación, la norma asigna colores definidos:
- Gris para residuos inorgánicos con posibilidad de reciclaje
- Naranja para residuos de aprovechamiento limitado

Estas bolsas deben fabricarse con un mínimo de 50% de material reciclado y cumplir parámetros de resistencia que permitan un manejo seguro.
Cómo gestionar residuos según la NACDMX-010-AMBT-2019
Más allá de la fabricación, la NACDMX-010-AMBT-2019 dedica buena parte de su contenido al manejo posterior de los materiales. Entre sus lineamientos sobresalen:
- Las bolsas compostables deben entregarse junto con los residuos orgánicos.
- Los productos compostables de un solo uso requieren recolección diferenciada.
- Las bolsas reutilizables deben integrarse a planes de retorno.
- Los negocios deben adherirse o implementar un plan de manejo para los residuos posconsumo.

La norma también define la responsabilidad de servicios de limpia, alcaldías y plantas autorizadas para tratar cada tipo de material.
Certificación y verificación
Para comercializar productos dentro del alcance de la norma, se requiere demostrar su conformidad mediante pruebas de laboratorio, certificación por organismos aprobados y verificaciones periódicas. Esto garantiza que el desempeño ambiental del producto no sea una promesa, sino un requisito comprobado.
Cada certificado tiene una vigencia específica y necesita seguimiento para mantenerse activo. La autoridad puede suspender o cancelar registros si detecta cambios en el producto o incumplimiento de las condiciones originales.
Si deseas profundizar aún más
Si esta norma despertó tu interés, quizá te sirva conocer la regulación que determina cómo debe tratarse la fracción orgánica en CDMX. Puedes encontrar un análisis claro sobre el reciclaje correcto de los plásticos y sobre en que contenedor van.
Y si buscas entender por qué la infraestructura urbana es clave para una gestión correcta de residuos, es útil revisar el contenido sobre la importancia de los botes urbanos de basura, de esta forma ampliarás mas tu panorama sobre la importancia de los residuos y del reciclaje en México.






















